Lo intolerable y lo bello

miércoles, 8 de junio de 2011 - Publicado por Alejandra Uzcategui en 20:05
La raza humana, según la mitología griega, proviene de las cenizas de los titanes pulverizados por el rayo de Zeus, en venganza por la muerte de su hijo Dionisos. Es por esto que el hombre contiene en su naturaleza algo de lo divino proveniente de Dionisio y algo de lo opuesto que proviene de sus enemigos, los Titanes. Así, somos capaces de los absolutos más maravillosos y al mismo tiempo, o quizá precisamente por eso, de los actos más abominables.  Arquetipalmente está presente la potencialidad de lo oscuro, oscuro que se representa en las imágenes de lo intolerable.
En esta dualidad nos movemos, ver aquello que sospechamos llevamos dentro nos resulta aterrador, angustiante, intolerable, genera una emocionalidad que no logramos comprender del todo y de la que no podemos escapar, por eso lo evitamos a toda costa.

Planteó hace ya un tiempo,  John Cowper Powys en su libro “El arte de olvidar lo insoportable: “Pareciera que estamos por completo perplejos, paralizados incluso, como aturdidos por una profusión de voces contradictorias, en lo que se refiere a nuestra confrontación con la verdad (…) Por una parte, tenemos un duende interior implacable que nos ordena luchar contra las verdades desagradables y por otra, nos fustiga a regodearnos en las más horrendas”…

Pareciera que para vivir debemos tratar de olvidar, vivir pensando en el sufrimiento que cualquiera puede estar soportando en este instante en algún lugar del mundo,  resulta intolerable, no podemos tramitarlo emocionalmente… Así, preferimos voltear y mirar el otro lado, el luminoso… nos refugiamos en los únicos absolutos que pueden rescatarnos en medio de tanto horror, una conexión por mínima que sea se convierte en un ancla en medio de una tormenta. Un abrazo, un héroe anónimo, una pintura…

Más imágenes de lo intolerable

Publicado por Alejandra Uzcategui en 19:18




Otra imagen siniestra, otra imagen intolerable…

En la locura hay dolor, la sensación de no poder escapar, de estar solos, incomunicados, sin otro que nos escuche… los locos están presos, o son presos de una imagen, un sonido, un olor, una historia que real o imaginada se vive verdadera…

La locura otra imagen que nos resulta intolerable... ¿y no tenemos todos un poco de eso??

Pulp Fiction y los antecedentes de la narrativa digital

lunes, 6 de junio de 2011 - Publicado por Alejandra Uzcategui en 15:51
Como cierre de mis intervenciones en este blog decidí escribir sobre una película que me encanta y su relación con los contenidos de la asignatura. Espero lograr lo que me propongo…


“Pulp Ficiton” representa lo mas acabado de los años noventa y el increíble aburrimiento de una generación, la mía,  que no encontraba un sentido a su vida.  En los noventa (y en especial en el año 1994) la historia se había acabado, la política no se definía por los “lados” hacia los que veías y un nuevo fenómeno digital abría las puertas a nuevas realidades donde el futuro se definiría por la información y no por carros voladores.  Ese era el panorama de una década donde en Venezuela había una crisis bancaria, Kurt Cobain había muerto y Justin Bieber estaba naciendo. 

Difícilmente había propuestas artísticas que interesaran a mi generación y solo el recuerdo de libros “juveniles” como “Rayuela” o el “Juguete Rabioso” permitían alguna interacción con el autor.  Había pocos espacios para que el espectador creara una realidad sobre la propuesta de un autor.

Este era el escenario para que “Pulp Ficiton” llegara a la conciencia colectiva y resonara con una rebeldía agresiva en buena parte del público de esa época.  Para muchos de nosotros este fue el primer encuentro con una narrativa caótica  que, sin embargo, te lleva de la mano a un submundo violento y grotesco que a ratos se vuelve simpática e irónica.  Esta fue la magia de “Pulp Fiction”, la capacidad de hacer saltar en nuestros cerebros algo más que la simple expectativa de lo uniforme y la posibilidad de acompañar a Tarantino en la travesía atávica de una historia tan lejana como cercana a nuestra realidad.  Una historia que en su desorden parecía estimular una parte de nuestro inconsciente que dormitaba en el silencio de una sociedad que se ufanaba en el tedio de un mundo reconstruido.

Desde la primera escena (el Preludio o simplemente “Dinner”), la película nos llega en la simple idea de una conversación y como se conoce a los personajes (y su banalización de la violencia) a través de lo que dicen.  En aquella época ver “Pulp Fiction” se transformo en un ejercicio intelectual.  Era la capacidad de recrear una realidad, gracias al genio incoherente de Tarantino y capacidad de contar varias historias desde el caos y la violencia.

Es evidente que esta película represente un proto-intento por alcanzar al espectador de la idea de la interacción.  Es una llamado de atención utilizando recursos sencillos y hasta cotidianos para crear un segmento en nuestra visión de la realidad y así dinamitar las razones que mantenían a una generación postrada ante una historia que parecía no requerir nada de ella.

En “Pulp Fiction” no hay “score” en sentido tradicional de las películas.  Cada canción (sacada de la cultura pop) crea el ambiente para las escenas.  Las conversaciones cotidianas, se vuelven ensayos “filosóficos” (¡una conversación sobre masajes para pies!) y la narrativa procura en el público una participación necesaria. 


“Pulp Fiction” se divide en siete segmentos que narran tres historias que de alguna forma se relacionan.  Cada historia representa diferentes aspectos de un submundo criminal que Tarantino recrea de manera artística y efectiva.  Incluso en los segmentos hay un poco de desorden en la narración (cuando Vince tiene su experiencia con la heroína y va a buscar a la esposa de Marsellus Wallace).  Es evidente que Tarantino nos reta con cada escena. Hay un esfuerzo consciente en activar la mente del espectador y traerlo a cada momento de la película. 

Tarantino parece ser un profeta de las nuevas formas narrativas y usando un medio tradicional de comunicación como lo es el cine, logra efectivamente generar esa interactividad con el espectador de la que tanto se ufana la era digital.  No podrán existir relatos digitales sin la narrativa no lineal de Tarantino y su forma de abordar los temas cotidianos desde una realidad criminal.


Claramente, Tarantino es un profeta de una narrativa que deja en el espectador la necesidad de crear el sentido de la obra a través de los medio que el autor dispone.  Es evidente, que esta es una manifestación de la necesidad de una mayor participación del espectador en la creación de la obra artística.  Es necesario que el espectador contribuya en la generación del efecto de la película.  Acá se puede observar como “pulp Fiction” es el intento cinematográfico de interactuar con el público y producir una verdadera comunión con entre la obra, el autor y el espectador.


Al final solo queda recitar el pasaje bíblico que Jules siempre dice antes de hacer un trabajo

Ezequiel, 25:17... El camino del hombre recto está por todos lados rodeado por las injusticias de los egoístas y la tiranía de los hombres malos. Bendito sea aquel pastor que en nombre de la caridad y de la buena voluntad saque a los débiles del Valle de la Oscuridad porque es el auténtico guardián de su hermano y el descubridor de los niños perdidos. Y os aseguro que vendré a castigar con gran venganza y furiosa cólera a aquellos que pretendan envenenar y destruir a mis hermanos, ¡y tú sabrás que mi nombre es YAHVÉ cuando caiga mi venganza sobre ti!


Los meta relatos...

Publicado por Alejandra Uzcategui en 15:01
Nuestros meta relatos dominantes

Después de uno de los últimos chats en el que discutimos los meta relatos Españoles, pensé en ubicarlos en la realidad de nuestro país, así hablaré un poco de los dos relatos dominantes y de cómo se construye la realidad desde cada uno de ellos.

“Hegemonía comunicacional” o “la batalla por la mente de las personas”. Así llaman desde el gobierno al empeño puesto, sin ningún disimulo, en ofrecer a la sociedad venezolana una cierta realidad. Se utilizan periódicos, canales de televisión pública, emisoras de radio y otras instituciones del estado para sostener este relato y dar cumplimiento a tan épico objetivo. Este relato sugiere que en Venezuela está en marcha una revolución pacífica que viene a continuar la gesta independentista de Simón Bolivar, y en la que todos  hacemos parte. Así, o se esta con el bando patriótico o se es enemigo del pueblo.

En este sentido es cosa cotidiana escuchar por radio y TV, leer en periódicos y portales de Internet términos como: “pitiyankie” “vendepátria” “contrarrevolucionario” y demás calificativos tan solo por mostrarse contrario a las políticas del Ejecutivo. Todos los que no se asimilan al bando “revolucionario” son a su vez, y casi siempre sin saberlo, miembros del opuesto. “Odio de los medios” ha sido la frase que se ha utilizado en este meta relato para referirse al “Otro” relato dominante. Este “odio” ha infectado a todos aquellos “vendepátria” que juzgan el estado de la nación como francamente deplorable. La gesta es libertaria, se continúa con la obra inconclusa  del libertador. Se ofrecen herramientas al “pueblo” (título reservado solo a los revolucionarios, vivan estos en Petare o en el Country club) para su liberación, ahora si definitiva, del imperio; antes el Español, ahora el gringo.

Para inscribirse en este relato toda deficiencia en el funcionamiento del estado debe atribuirse a la 4ta república o a maquinaciones del imperio a través de sus agentes internos. Los continuos apagones, la escasez de ciertos rubros alimentarios, la crisis de las industrias del acero, los 40 muertos mensuales de la capital, la crisis del sistema de justicia y carcelaria, la inflación más alta de América y los malos números económicos a pesar del barril de petróleo a 100,  la grave reducción en la producción petrolera, la importación de gasolina, la corrupción impudorosa, y otros males son causados por las dos razones anteriores, aunque también se insiste en que todo es una invención, una conspiración orquestada como parte de la guerra por la “mente de las personas”. Esta negación hace parte del relato, aún cuando se trate de índices objetivos,  mediciones y cálculos del banco central (todas las instituciones están controladas por miembros del partido).

Para hacer circular el relato se utilizan los medios ya nombrados (no he mencionado los llamados medios comunitarios) pero además se hecha mano de cadenas de radio y televisión frecuentísimas; por épocas 2 ó 3 al día, y micros propagandísticos diarios también en cadena.  En este relato mientras el poder es siempre  inocente el ciudadano es siempre sospechoso. Se insiste sin embargo que “el poder es ahora del pueblo”, y la organización comunal una instrumentación de esta máxima retórica. Al final,  este parece, un meta relato típico del poder político, un meta relato de perpetuación. Como ya se destacó, un impudoroso empeño por ganar “la batalla por la mente de las personas”.

Es más difícil cristalizar en una frase el otro relato dominante. Es algo heterogéneo y se construye sobre la base de intereses y actores muy diversos. Claro, para su contraparte el actor es solo uno: “El imperio”. Quizá son dos las ideas que se pretenden imponer con más ahínco: “Somos democráticos, ellos no” o “Venezuela y Cuba: una sola patria” y “todo está mal hecho nada sirve”.  En este relato, desarrollado siempre a contrapelo de su opuesto, en Venezuela la democracia es cosa pasada y lo único que queda es una apariencia, una pose para la foto. La concentración de poder es tal que al final nada sirve o nada se hace. El control sobre todos los poderes disuelve los necesarios contrapesos y da pié a una corrupción desenfrenada y desvergonzada. Aún por encima, se sugiere desde este relato, los altos funcionarios no tienen ni idea de lo que hacen, puesto que una buena parte de ellos son militares; “vivimos en un cuartel…” se afirma.

Si en el relato anterior quien gobierna a los “vendepátria” es el imperio, en este quien realmente gobierna al país es Fidel, y es a este poder al que se rinde cuentas y financia; así que son cubanos los que dirigen el país, ya que están a cargo de sectores medulares vinculados, sobre todo, al control ciudadano. Se da por hecho lo anterior a pesar de que en el país proliferen los centros comerciales, muchos vivan de la especulación monetaria o los bancos sean negocios francamente rentables. Se pone empeño en decir esto a pesar de que difícilmente se observe algún cambio en el estilo de vida del ciudadano común. Las mieles capitalistas perduran y parecen abundantes, sobre todo considerando que somos colonia cubana. Quizá habría que preguntarle a todos aquellos a los que se les ha “confiscado” alguna propiedad, tal vez a ellos esto si se les parezca un poco más a Cuba, o a aquellos que intentan conseguir productos en los mercados y no los consiguen. Por cierto que  aquí el relato se afinca: “a todos nos va tocar, nadie se salva” o “vienen por ti”.  

Lo de la inseguridad personal es otra historia,  y ya a todos nos llegó, a unos trágicamente y a otros no tanto. Pero este relato pretende responsabilizar por ello al gobierno, inclusive colocarlo como causa principal, cuando se sabe que el asunto es bastante más complejo que inoperancia, indiferencia o corrupción en las policías, aunque esto último ayuda.

Por otro lado se sostiene  que luego de 12 años de revolución en este país no se puede vivir sin un seguro médico, al más puro estilo imperial por cierto, llegando al punto de que el funcionario público es el primero en hacer huelgas de todo  tipo para exigir ese beneficio laboral; espanta entrar a un hospital en este país, así que se evitan de ser posible. Idéntico asunto con la educación, ocurriendo cosas tan extrañas como que  los hijos de los altos cargos estudien en colegios del Opus  o de la Compañía de Jesús. Que se sepa no hay nada de malo en estas instituciones, pero después de escuchar lo que se escucha por estas tierras…

Quizá sea un relato este tan crítico, tan rabiosamente crítico que sea aconsejable someterlo a crítica. Está muy claro que es un relato que pretende oponerse al poder, pero también se hace evidente que aunque  con algo más de pudor, también pretende hegemonía y control.

La contrapublicidad y lo intolerable…

domingo, 5 de junio de 2011 - Publicado por Alejandra Uzcategui en 12:54
Para seguir en línea con la idea que me ha atrapado en esta asignatura, y unirlo con una de las asignaciones propuestas por nuestro profesor Ramón Correa, esta vez miro lo intolerable desde la cotidianidad y desde las imágenes que la  crítica publicitaria puede generar…

Según wikipedia, “La contrapublicidad es una crítica de la publicidad realizada mediante la alteración de los contenidos de sus mensajes (…) consiste en subvertir, es decir, trastornar, revolver y destruir la publicidad. La contrapublicidad se apodera de las técnicas publicitarias para invertir los significados de los mensajes comerciales.

A partir de la construcción de nuevas imágenes se desmontan realidades terribles que están ocultas detrás de lo convencional.  Así, se configuran como un arma contra la moral tradicional burguesa y las convenciones estéticas vigentes. Nos valemos de ellas para tratar de agitar, mover, paralizar  y al mismo tiempo despertar a un espectador/audiencia adormecido o anestesiado, confortably numb, como diría Pink Floyd… escondido  en la sociedad del bienestar… al final,  se pretende la invasión del horror, la mirada a lo que estaba oculto,  un golpe en la cara de lo intolerable en un tratar desesperado de despertar conciencias.

Es el caso de las imágenes que les presento a continuación, una general, y otra, un poco más ajustada a la situación política actual en Venezuela.



Antecedentes de la narrativa digital

Publicado por Alejandra Uzcategui en 11:47
La ruptura de la linealidad en el cine. Lynch

En una entrada para Teoría y práctica de la información audiovisual tuve el  atrevimiento, no de trabajar con Lynch y sus imágenes del horror. De sus películas me costó mucho seleccionar una, pues todas juegan de modo magistral con nosotros, presentándonos imágenes que nos petrifican y que al mismo tiempo no podemos dejar de admirar. El cine de Lynch es la máxima representación de lo siniestro y de lo intolerable. Mientras escribía la entrada, pensé que también era un buen ejemplo para mirar como antecedente de la narrativa digital, un buen ejemplo para mirar desde la ruptura de la linealidad en lo narrativo… historias que desafían los estándares cinematográficos y presentan el juego con la realidad en contantes rupturas,  cambios de situaciones y mundos en simultáneo… allí donde la posibilidad y la  lógica retroceden, allí,  irrumpe la imposibilidad como nueva realidad.

En sus películas, y recuerdo especialmente Blue Velvet, se procura  la realidad de dos maneras, siempre jugando, entrando y saliendo de lo onírico y lo presente o real. Está continuamente planteando realidades paralelas que se constituyen en la danza de lo inimaginable y al mismo tiempo posible; nos muestra lo que decimos que somos y lo que podemos ser, sin ninguna consideración con el espectador.

“La crítica ha mantenido la defensa de que en los argumentos de David Lynch existe un claro componente siniestro. Un aliento de tragedia, desesperanza y brutalidad recorren unas tramas cercanas al universo literario del romanticismo negro (…) Resulta evidente que estas particularidades temáticas están presentes en el cine de David Lynch, sobre todo la utilización del sueño como un trayecto iniciático donde sus personajes, doblemente atraídos y aterrados por el mundo onírico, se buscan a sí mismos mediante el dolor y el sufrimiento (Navarro, 18-21. cp. Rivas, 2009)”

En general, Lynch es un transgresor…  una y otra vez, los elementos siniestros contradicen el realismo del cine convencional y nos amenazan, provocándonos  una fuerte conmoción. Nos coloca siempre como espectadores llenos de angustia que desean y temen los desenlaces, la aparición de nuevos personajes y por supuesto, sus mundos.

El cine de Lynch es un extraño  salto fuera de los patrones  convencionales del  cine y de la narrativa lineal. En sus presentaciones insiste en devorar y  colapsar la narración clásica al jugar y generar constantemente aperturas hacia lo real como posibilidades desde lo ilógico, desde lo imposible…  La apertura o entrada a nuevas realidades y mundos, convierte a la historia en una historia sin lógica aparente, lo real es traspasado por lo imposible. Lo onírico se convierte en realidad y la realidad en sueño, cambiando por completo la estructura esperada de la narración.

Fuentes consultadas.

Más de lo intolerable en el cine...

Publicado por Alejandra Uzcategui en 11:32
Más de lo intolerable en el cine… David Lynch.



En la entrada anterior pretendí explorar lo intolerable en una película de Kubrick, vaya pretensión de mi parte!... ya Lynch había pasado por mi mente al empezar a trabajar con lo siniestro, sin embargo, me resultaba tan complejo que estuve huyéndole todo el tiempo… Si Kubrick fue un atrevimiento, no logro pensar un adjetivo que describa la idea de trabajar con Lynch. De sus películas me costó mucho seleccionar una, pues todas juegan de modo magistral con nosotros, presentándonos imágenes que nos petrifican y que al mismo tiempo no podemos dejar de admirar. El cine de Lynch es la máxima representación de lo siniestro y de lo intolerable… allí donde la plausibilidad lógica retrocede, irrumpe la imposibilidad como nueva realidad.

En sus películas, y recuerdo especialmente Blue Velvet, se procura  la realidad de dos maneras, siempre jugando, entrando y saliendo de lo onírico y lo presente o real. Está continuamente planteando realidades paralelas que se constituyen en la danza de lo inimaginable y al mismo tiempo posible; nos muestra lo que decimos que somos y lo que podemos ser, sin ninguna consideración con el espectador.

Lynch y su arte, está en continuo movimiento entre la persona y la sombra. Sus ficciones, pretenden desmontarnos, descolocarnos, dejarnos en angustia, y  la mayoría de las veces lo logra,  al obligarnos a criticar e interpretar  una realidad que  parece al mismo tiempo tan lejana y tan cercana a la nuestra. Basta con recordar a Jeff, aterrado y fascinado al mismo tiempo al observar desde la oscuridad del closet la escena de Dorothy y Frank.  El lugar del mal está al descubierto, la irrupción de Jeffrey a este mundo oculto se estructura, en voyeurismo.

En sus creaciones, casi siempre se sugiere la amenaza de algo otro, distinto, paralelo a la cotidianeidad, a lo que pretendemos real, a lo que hemos construido con tanto esfuerzo…  y ese algo, se introduce en lo subjetivo,  sin piedad,  devastando la condición del individuo.
Algunos consideran, que el  rasgo más distintivo en su producción cinematográfica, ha sido la construcción del mal desde un perfil humano que desbordaba lo ideal y utópico (Rivas, 2009). En este sentido, Lynch se convierte en el abanderado de lo siniestro, de la sombra, de lo oculto, de lo intolerable.

“La crítica ha mantenido la defensa de que en los argumentos de David Lynch existe un claro componente siniestro. Un aliento de tragedia, desesperanza y brutalidad recorren unas tramas cercanas al universo literario del romanticismo negro (…) Resulta evidente que estas particularidades temáticas están presentes en el cine de David Lynch, sobre todo la utilización del sueño como un trayecto iniciático donde sus personajes, doblemente atraídos y aterrados por el mundo onírico, se buscan a sí mismos mediante el dolor y el sufrimiento (Navarro, 18-21. cp. Rivas, 2009)”

En general, Lynch es un transgresor…  una y otra vez, los elementos siniestros contradicen el realismo del cine convencional y nos amenazan, provocándonos  una fuerte conmoción. Nos coloca siempre como espectadores llenos de angustia que desean y temen los desenlaces, la aparición de nuevos personajes y por supuesto, sus mundos. Es decir, nos coloca siempre frente a lo siniestro, frente a aquello que nos resulta intolerable pero que al mismo tiempo nos atrae.